xoves, 10 de novembro de 2016


El amor ascendía entre nosotros
como la luna entre las dos palmeras
que nunca se abrazaron.


El íntimo rumor de los dos cuerpos
hacia el arrullo un oleaje trajo,
pero la ronca voz fue atenazada,
fueron pétreos los labios.



El ansia de ceñir movió la carne,
esclareció los huesos inflamados,
pero los brazos al querer tenderse
murieron en los brazos.



Pasó el amor, la luna, entre nosotros
y devoró los cuerpos solitarios.
Y somos dos fantasmas que se buscan
y se encuentran lejanos.



Miguel Hernánez

domingo, 19 de xuño de 2016

domingo, 10 de abril de 2016



Los amores cobardes 
no llegan a amores ni a historias
se quedan allí.

martes, 8 de marzo de 2016




And the memory of our sacred so and so's





xoves, 10 de xullo de 2014

domingo, 6 de xullo de 2014


 Hay historias que no sabemos cómo acaban,
otras...

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